El desarrollo de competencias interculturales es esencial en diversos ámbitos como la educación, los negocios, el turismo y la atención al cliente.
Estas habilidades facilitan la comunicación, mejoran la convivencia y promueven la cooperación en equipos de trabajo diversos.
En el ámbito empresarial, por ejemplo, permiten una mejor negociación con clientes o socios de diferentes culturas, mientras que en el sector educativo fomentan la inclusión y el aprendizaje enriquecido.
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